La comunidad de las chicas que nacieron con estilo
Suelen ser rubiecitas, de rasgos europeos y de cuerpos delgados. Su intrínsecamente sexuada constitución sólo es superada por su cosmogónica visi
ón de la vida, la despreocupación por los problemas de sobrevivencia clásicos que nunca han sentido y quitarse el peso de la vergüenza otorgada por una alcurnia indeseada, las inspira a ir a trabajar por el país, a jugárselas por los que no tienen su suerte, su posición o su belleza. Que finalmente sean fiestas, alcohol y religiosas promiscuas… bueno, eso es saco de otro costal. Les presentamos a las PeloLais.
No hace falta ninguna ciencia ni estudio para entender los conceptos que encierra la vivencia PeloLais, pero cabe el espacio para poner en tela de juicio todos esos conceptos que creímos saber respecto a ellas, así que vamos punto por punto.
Para comenzar, las PeloLais suelen ser niñas de “familia”, no significando esto que el resto de los menores de edad no posean padres o hermanos, sino que pertenecen a familias o de la antigua aristocracia, o de la exótica camada de personajillos apodados con apellidos extranjeros. Pululan en ese ambiente muchos apellidos italianos, alemanes o ingleses, los cuales aparte de identificar su rango familiar, explicitan sus oníricas facciones y rasgos de belleza clásica. Esas elfas se pasean por los barrios de SU Santiago (sobre Escuela Militar siempre) contorneando sus figuras, haciendo como que desconocen su incidencia sobre las hormonas de los machos, conversando en sus celulares de 100 lucas sobre los planes de “subir a Valle Nevado” el fin de semana o partir a su casa en “Santo Domingo”.
Apenas salen de sus colegios con siglas religiosas o nombres que pocos podemos pronunciar comienzan a organizar sus bondadosas acciones de caridad. Ahí parten los cálculos y las invitaciones a distintos tipos de trabajos sociales. Semanas Culturales, Trabajos de Invierno u Verano, o el Clásico un Techo Para Chile son los lugares en los que intentan olvidar por un momento la cuenta bancaria de sus padres y asisten para construir casas, entregar cultura, compartir con la gente, ver al galán del grupo, conocer hombres nuevos, codearse con las chicas top del colegio y sencillamente hacer vida social.
Esta súper-especie humana del género femenino es constantemente objetivo de competencias y rivalidad con nuestras ya queridas Pokemonas. Lo que las Pokemonas no saben es que a las PeloLais NO LES VA NI LES VIENE LA EXISTENCIA DE LAS POKEMONAS porque francamente no son competencia. De hecho según arduos análisis estatales, se llegó a descubrir que los máximos líderes del mundo pokemon son justamente personajes de procedencia PeloLais (como Poke-Eva o los animadores de Invasión).
ón de la vida, la despreocupación por los problemas de sobrevivencia clásicos que nunca han sentido y quitarse el peso de la vergüenza otorgada por una alcurnia indeseada, las inspira a ir a trabajar por el país, a jugárselas por los que no tienen su suerte, su posición o su belleza. Que finalmente sean fiestas, alcohol y religiosas promiscuas… bueno, eso es saco de otro costal. Les presentamos a las PeloLais.No hace falta ninguna ciencia ni estudio para entender los conceptos que encierra la vivencia PeloLais, pero cabe el espacio para poner en tela de juicio todos esos conceptos que creímos saber respecto a ellas, así que vamos punto por punto.
Para comenzar, las PeloLais suelen ser niñas de “familia”, no significando esto que el resto de los menores de edad no posean padres o hermanos, sino que pertenecen a familias o de la antigua aristocracia, o de la exótica camada de personajillos apodados con apellidos extranjeros. Pululan en ese ambiente muchos apellidos italianos, alemanes o ingleses, los cuales aparte de identificar su rango familiar, explicitan sus oníricas facciones y rasgos de belleza clásica. Esas elfas se pasean por los barrios de SU Santiago (sobre Escuela Militar siempre) contorneando sus figuras, haciendo como que desconocen su incidencia sobre las hormonas de los machos, conversando en sus celulares de 100 lucas sobre los planes de “subir a Valle Nevado” el fin de semana o partir a su casa en “Santo Domingo”.
Apenas salen de sus colegios con siglas religiosas o nombres que pocos podemos pronunciar comienzan a organizar sus bondadosas acciones de caridad. Ahí parten los cálculos y las invitaciones a distintos tipos de trabajos sociales. Semanas Culturales, Trabajos de Invierno u Verano, o el Clásico un Techo Para Chile son los lugares en los que intentan olvidar por un momento la cuenta bancaria de sus padres y asisten para construir casas, entregar cultura, compartir con la gente, ver al galán del grupo, conocer hombres nuevos, codearse con las chicas top del colegio y sencillamente hacer vida social.
Esta súper-especie humana del género femenino es constantemente objetivo de competencias y rivalidad con nuestras ya queridas Pokemonas. Lo que las Pokemonas no saben es que a las PeloLais NO LES VA NI LES VIENE LA EXISTENCIA DE LAS POKEMONAS porque francamente no son competencia. De hecho según arduos análisis estatales, se llegó a descubrir que los máximos líderes del mundo pokemon son justamente personajes de procedencia PeloLais (como Poke-Eva o los animadores de Invasión).
La diferencia entre una tribu a otra es sencillamente circunstancial ya que hablamos de damas que han vivido con todo en sus manos, con buena educación, faltas de preocupaciones o de penas espirituales más que repetir el vestido de la vez pasada.
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